Hasta hoy, nadie puede olvidar sus ojos color café quizás porque iban acompañados de su tez y su bondad pero al mismo tiempo el monstruo iba comiéndose su cabeza lentamente, pero ya no importa, desde aquel día que tomaste tu morral y empezaste a caminar, desde que pasaste por el colegio que nos conocimos y recorriste las calles por las que compartíamos la vida…
No entiendo todavía como no la vi venir a esa retorcida, como no te ví... Te estabas muriendo frente a mí y soy como tu hermana no puedo entender como fallé así y van a pasar los años y voy a seguir preguntándome ¿Porque me pediste a mí tantas veces que le dé la mano a la vida?¿Porque me sostuviste cuando estaba a punto de caducar con ella y me llenaste de consejos para que hoy esté enamorada de ella?
No lo entiendo desde que te fuiste con esa carta y esas mierdas que tenías para ponerle fin a todo...
Aquel día de Mayo me llegó la noticia de tu desaparición cuando empecé a buscarte por todas nuestras calles y los lugares que sabía que podía encontrarte hasta quizás toqué puertas a gente a quien no debía, y no aparecías…
No fuiste al cumpleaños de uno de nuestros "hermanos" y ahí empezó la señal de alarma en cada uno de nuestros latidos, te buscamos… hasta que llegó el momento de dar aviso a la policía, y sólo nos contestaron: -"HASTA EL TERCER DÍA DE DESAPARICIÓN NO SE INICIA UNA BÚSQUEDA"
Como de costumbre... no cedimos y te buscamos, pero no sabíamos es más, nunca imaginamos que te habías ido y que ya estabas lejos.
En el kiosco que compartimos años de nuestra infancia estábamos todos esperando noticias, hasta que el cuarto día vimos al móvil policial en la puerta de tu casa, y pensamos: -"AHÍ LO TRAEN EN EL MÓVIL", corrimos y lo único que escucharon mis oídos en ése momento fue el grito de dolor de una madre siendo acribillada por la vida…
Mi corazón en ése momento se detuvo y se congeló, el escudo ante la emoción, escuché la noticia, congelé las lágrimas y las guardé, nada de lo que estaba viviendo podía ser real…
Mis ojos solo veían como la gente calmaba el dolor de una madre con veinte disparos a sangre fría en vida, veían gente con lagrimas de tristeza e ira…
Me fui de ése lugar tenía que decirle a mi hermano que te habías ido y él te amaba y lo hace hasta el día de hoy, de vez en cuando venís a visitarlo y por como te recuerdo, puedo asegurarlo porque siempre estás en los momentos difíciles. Al buscarlo y notificarle aquel día tu partida lo único que obtuve como respuesta fue un llanto desconsolado e inolvidable…
Nada era creíble, nada era real… Hasta que llegó el mensaje que me haría caer en la realidad… Al otro día tenía una cita, y con los ojos rotos como vidrio fui… Estuve puntual, estábamos todos ahí… Y ahí estabas después de tu partida, rodeado de las personas que te aman, llevándote una camiseta autografiada por nosotros y la pelota de básquet, después de las palabras y la tierra te rodeamos, y estuvimos ahí como lo que somos, tus hermanos, y en un parque azul nos despedimos pero con los recuerdos vivos...
Sabemos que después de tu partida te llevaste parte de nuestra vida, y tenemos recuerdos rebotando, cada calle por acá sigue igual… el kiosco en el mismo lugar y la plaza donde jugabas también, nosotros seguimos igual… Peleando con quién te ganó, caminando con ella a veces con miedo, a veces felices y otras con dolor pero tratamos de llevarnos bien… pero nos faltás vos…
Tu carta... la nada misma, no todos la leyeron, y los que la leímos estamos confundidos, pero nada de eso se va a redactar, porque simplemente ya no estás; y no necesito respuestas sólo que nunca olvides desde dónde estás que nunca te vamos a dejar de amar y que nadie por acá te va a olvidar...
Yo sigo igual… pasaron cinco años y sigo preguntándome algo… ¿CÓMO HICISTE PARA SALVARME A MI DE ELLA Y NO SALVARTE VOS?
-MIERDA! OTRA PREGUNTA PARA LA MUERTE QUE NO PUEDE SER RESPONDIDA, OTRA PARTIDA PERDIDA CON ESA RETORCIDA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario