miércoles, 9 de octubre de 2019

UNA PALABRA


Es sólo una, la que pedí que escriba cada uno de mis guías en diferentes momentos, con diferentes espacios y diferentes bolígrafos con papeles recortados con mis manos y ambos escribieron los mismo, sin embargo al pensar en la palabra que ambos escribieron sólo pienso que ella misma estaba presente en el espacio que compartíamos los tres en el mismo lugar y en el mismo espacio, simplemente nos hacía compañía, dicen que es la mejor compañera y que batalla con la soledad, salpica alegría o escupe melancolía.
Maldita composición literaria acompañada de música transformada en verso que acompaña sin molestar y benditos los afortunados que tienen el beneficio de escucharla, esa pieza de rompecabezas que a veces vuelca la emoción del momento que es tan molesta e inoportuna por momentos que puede armar y desarmar sentimientos.
Al caer la tarde, sumé a dos partícipes más a escribir una palabra cada uno, en una de ellas apareció ése al que queremos llegar todos, quien sólo se consigue con voluntad, todos nosotros tenemos sed de él y se nos complica mientras más intentamos alcanzarlo porque la mayoría de nosotros no tiene la paciencia y no es magia es constancia, es la libertad mental y emocional que necesita nuestro cerebro para dejar de ser parte del sistema destructivo en el que vivimos, el sistema que envenena el tiempo, oxida el cuerpo y nos para como marionetas manejando los hilos de "nuestra" vida.
Quién escribió cada letra de la palabra, estaría muy cerca de él, volando por la ciudad convirtiéndose en uno de los doce gigantes de esa mitología griega queriendo asaltar el cielo y compartiendo una calcomanía directo a la cabeza con su única compañía buscando lo que escribió, aunque el acento en la primera letra de su palabra haya olvidado.
En el segundo papel, aunque mis ojos leyeran el nombre de la flor de esa planta con el centro amarillo y sus pétalos blancos, quien escribió el papel recordó solamente un lugar donde pudiera mover los pies sin ninguna flor, solo con el cóctel que lleve su nombre, sin lugar a dudas, siendo ella la de siempre la que nada en contra de la corriente, la que vive el presente, y quizás aunque ni lo note, hay cosas que la hacen fuerte.
Pedí a una última persona que escriba en otro de mis papeles recortados a mano una palabra y lo hizo, y aunque es una unidad léxica con sonidos articulados y tiene significado fijo yo sigo con mi representación gráfica de ésos sonidos vomitando alguna letra o un conjunto de ellas delimitando espacios en blanco, retirándome de mi propio escrito, por una burla inteligente del escritor de la última palabra.

  • UNA CANCIÓN A MIS GUÍAS LOS CONECTÓ, EL ÉXITO EN UN CEREBRO APARECIÓ, LA MARGARITA BAILANDO UN CÓCTEL SE TOMÓ, Y UNA PALABRA SE TITULA ÉSTE ESCRITO POR QUIÉN SE BURLÓ.


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