sábado, 6 de julio de 2019

CONEXI-ÓN

Sentada en el mismo bar/café que me encanta, en el cual me desconecto del mundo y empiezo a escribir con los mismos auriculares que me acompañan que hasta que no fallen es un: "no se cambien" con mi música reproduciéndose en YouTube sin letra, porque voy poniendo yo las palabras en este escrito como lo hago siempre…
Lo que me impulsó escribir, fue la observación…
Desde que le hice seña a la moza que me conoce y la saludé veía a mi alrededor la dependencia total de la tecnología, sino lean, estoy del otro lado de un IPad Pro…
Al frente mío tengo una "chetta" que salió a desayunar y sacarse selfies con la colega mostrándole a Instagram que se levantó y esta divina con el uniforme del trabajo y sonríe para la foto, la sube, su colega le pone un corazón de su Smartphone y sigue hablando de todos los problemas con los que rema en la vida, ok... una vez más esa red no cura las mier... de la vida.
A mi derecha, el abogado con sus manos libres hablando sin parar y tratando de solucionar problemas a través de una llamada, se nota que quisiera estar ahí, participar, algo se lo impide, no sé qué es… Pero a través de la tecno y perdiendo el contacto físico intenta solucionar lo que puede, quizás se trata de nada más y nada menos que falta de oro en polvo, de TIEMPO.
Y aparece en la escena un niño desayunando con su mamá, quizás él tiene entre trece y dieciséis años no logro verlo bien tiene la cabeza mirando hacia abajo, está jugando con la tablet y mamá esta con su celular, quizás revisando el "Inicio de Facebook", ¿Porque es tan importante ver la vida de los otros más que el diálogo? Y de pronto se le escapa una sonrisa mirando la pantalla y si! Apretó la pantalla seguro le informó a la sociedad que "LE GUSTA , LA DIVIERTE O LE ENCANTA" algo, un delito más de la tecnología, se robó una sonrisa que quizás podía ser compartida con ése compañero de vida... No lo entiendo.
Los mozos se van y vienen, se apoyan en la barra, meten la mano en la parte delantera del delantal, y sacan su celular cada cinco minutos, listo, WhatsApp hace presente, es hora de responder algún grupo, sacar alguna foto de contrabando, recibir alguna buena o mala noticia, tal vez el amor reventando el chat, no se, nadie lo sabe... Lo que yo sí sé, es que se están robando el tiempo de observar el momento, les están pidiendo la cuenta! Y guardan el celular de contrabando y nunca van a saber que describí el momento, el momento en el cual se perdieron de disfrutar la sonrisa del cliente cuando pidió la cuenta por primera vez, que la perdió a la segunda vez, sin estar consciente de lo que hasta ahora somos inconscientes, lo real está al otro lado de la pantalla.
Estoy terminando el café, escribiendo, siempre escribiendo… Y de repente entra al bar una pareja, están enamorados se nota, están dialogando, parece que ellos son felices. Pidieron un café cada uno y él un tostado, ellos no tienen idea de lo bien que se ven desde acá, son cinco mesas las que me separan en este momento de ellos, se ven realmente felices... ella dice algo y se ríe a carcajadas, lo noté yo… lo notaron todos, algunos hasta se rieron, se tentaron, se hizo presente una risa contagiosa… 
Mierda! Todos estábamos tan "Conectrados" , tan infectados... Un hecho del presente nos sacó del momento, nos desconectó, se me fue la inspiración, partida ganada de la vida, casi pierdo un asalto de mi propia sonrisa, es hora de irse, pagar la cuenta y dejar algo claro, sólo se trata de contacto, ése en el cual haya sonrisas compartidas con las personas que nos acompañan realmente por vida, sin tanta tecnología, con la materia gris viva y el corazón como guía.

- "DESCONECTANDOME"

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