jueves, 25 de julio de 2019

TRES FANTÁSTICOS


No voy a olvidar jamás esa fecha... cuatro de Junio cuando los conocí.
La mayor con diez años, mi guía los primeros días, conociendo sus antecedentes, llegué a ella de la forma que quizás me hubiera gustado que lleguen a mí, ella resultó tener la misma originalidad que yo en muchas cosas. Sin embargo, con el pasar de los días me di cuenta que su carácter era exactamente igual al que yo tenía a su edad, amante de la rebeldía y nadando en contra de la vida sin reglas que la persigan, sólo las de ella misma. No importaba lo enfrenté de la forma que pude encontrar, ella a veces despertaba de la peor forma, se había comprado mis malas caras de lunes a viernes a las siete de la mañana, pero con los días las íbamos aniquilando, encontré el código exacto, era hacerla sonreír con algún comentario inesperado y el mal humor hacía un paso al costado, yo la amé y la voy a amar siempre, puedo decirles que en su vida me voy a quedar, cómplice ante todos mis errores las primeras semanas, contando su vida camino a la escuela y regalándome abrazos que ambas necesitábamos, muchas veces me he sentado a su lado, la he encontrado a escondidas llorando y la hablé como la hermana menor que no tengo y logré fusilar los llantos.
Puedo firmar donde quieran que será una de las mujeres más fuertes que habiten en mi futuro, con el corazón puro.
El del medio, mi bromista, fanático de las travesuras y espejo de papá, lo voy a repetir hasta morir. Me mostró el don que tiene de sentir, algo que para mí es difícil, cada emoción que vive la plasma en el momento que le está aniquilando el alma. Amante de las matemáticas y con la inteligencia que lo supera siempre, sin embargo ambos nos hemos ahogado en complicidad, los caminos a la escuela se volvían diferentes cada día pero no faltaba la alegría, siempre él despertaba rápido y al momento de desayunar lo hacía con una sonrisa, admira los libros y tiene una amabilidad especial con el aprendizaje, la curiosidad de la vida mezclada con la simpatía es algo que siempre nos conectaría desde aquel día…
El menor, mi superhéroe, pura inocencia, padeciendo la ausencia de lo más importante en la vida de todo ser humano, su madre. Con sólo tres años se había despedido de quien lo trajo al mundo, los días a veces eran difíciles. No me importaba, iba a cambiarlo, tenía que hacer que sonría, me lo juré a mí misma, de alguna forma lo iba a lograr, entre mis recuerdos quedó el día que lo conocí con ése cielo gris. 
Fanático del desayuno con galletas y ése programa animado, cada capítulo lo tengo memorizado con horarios y se compraban un lugar en mi calendario. Cuando lo conocí no sabía cómo robarle una sonrisa, empecé a tomar clases, me enseñaba sus canciones preferidas de su sala, yo las memorizaba... tomaba su mano y caminábamos después de ponernos el guardapolvo rojo y preparar la mochila qué era la única testigo de mi voz desafinada, el compañero que me hacía volver a aquellos días donde los problemas no existían, mi corazón latía a pesar de que mi es sangre es fría y al llegar... él tocaba timbre en su segundo hogar.
Era hora de abrazarnos, después volvería por él para que me cuente un día más en ése lugar que hacía que el duelo se transforme en dibujos, plastilina y canciones sin dolores.
Gracias a la vida que los puso en mi camino, hoy tenemos recuerdos compartidos y hemos aprendido, no fue tanto el tiempo compartido pero si hay algo de lo que estoy segura es que hice un curso intensivo de caprichos, autografié cuadernos rojos y les he asaltado muchos abrazos sin horario, siempre recordando a mis maestros en cada paso, cuando caminaba con alguno de mis tres fantásticos.
Incontables e inolvidables los recuerdos con ellos, los tres han sonreído a mi lado y han explotado en llanto, con ellos los almuerzos eran especiales, las mañanas inolvidables y en nuestras despedidas se hacían presentes los lagrimales.

-LA GUÍA LLEGÓ, EL BROMISTA ME ASALTÓ LA SONRISA Y EL SUPERHÉROE TIRÓ LA BOMBA DIRECTO AL CENTRO, LOS TRES FANTÁSTICOS DETONARON PARTE DEL IGLÚ COMPRANDO UN LUGAR  EN MI HISTORIA, EN MI MEMORIA.

domingo, 21 de julio de 2019

PRECIPICIO


Que raro todo esto! Estoy un poco confundida. Hay cosas que están pero no están ¿entienden? Cosas que no recuerdo o no puedo recordar, no sé… A veces pienso que la vida no quiere que las recuerde, me aniquiló recuerdos, me aniquiló los sentimientos, nunca hubiera pensado que la vida cometería semejante homicidio, directamente a los sesos, un disparo en seco.
Escribo sobre un estado que no entiendo, pero de algo estoy segura, que nunca voy a dejar de escribir, nací con esto y muchos lo saben, si no lo saben, ahora lo saben... 
Pensandolo bien veo que la vida me plantó en un lugar dificil de estar y soy el fallo más acertado que pude ser.
Salí de ése lugar y luego de poner mi mente en blanco, lo decidí no podía seguir así,  pero no importa porque acá estoy... escribiendo, es todo lo que me importa.
Me temblaba el cuerpo , pensé que mi corazón se había ido a la cabeza, alquiló una habitación en el segundo piso de ése lugar tan pulcro con ese olor particular, ya no importaba nada más que la ella, yo no.
¿Saben? Yo no quería hacerles esto a quienes llevo en mis letras pero lo único que puedo decirles es: "YA PASO", he sentido mariposas y ahora tengo la desventaja de saber que hay mariposas que son navajas y mi confusión aumenta, y pienso que no hay vida que se pague con esa M%&#@! quizás si, pero la otra cara de la moneda paga el dolor, no la situación. 
Y es tan loco como se lee, como se escribe, como se siente...
Quiero presentarles a dos amigas de retina una es Nagasaki y la otra Hiroshima, pero voy a arreglarlo con una sonrisa, es una caída, no es hora que llegue esa retorcida.
Al salir me di cuenta que muchas personas habían estado ahí, esas que son parte de mí, no hace falta nombrarlas el que lea este texto y lo entienda que se le dibuje la sonrisa, porque estuvo ahí, repito… Son parte de mí. No importaba más nada sólo ellos en mi mente, latentes, siempre, los que me conocen, lo saben en la paleta de colores me ubicaron en los grises y me enamoré del color con sus cicatrices.
Esta situación vino sola pero me llenó una sala, pásenme un calendario, si estuvieron y están presentes , lo mas probable es que siempre me quede. Estaban ahí, todos son únicos pero ellos son mis soldados caminando por pasillo, amigos preocupados muriendo por darme un abrazo y mis dementes del otro lado de la pantalla, oxigenando…
Saben? Estaba parada en el borde del precipicio y a pesar de eso, seguía intentando dominar el vértigo que me causan las alturas traté de mantenerme en el borde, pero caí pero mientras caía cinco magos estiraron sus manos para tomar las mías seguro fue culpa de alguno de ellos que no caiga totalmente, y empecé a subir con la ayuda de esa profesión que se convierte en magia.
Llegué arriba, los ayudé y el quinto mago dijo: "Voy a decirles que salió todo bien"
Corazones latentes, los que acompañan a esta demente sonriente, yo no quería hacerlos caer al precipicio, ni que sientan mi vértigo a las alturas y mucho menos hacerles latir el corazón al punto de que sientan que lo tenían en la mano, con el cerebro viviendo mi colapso, mientras mis sesos corrían el riesgo de un disparo directo al blanco.
Entonces mi conclusión es… si no fui yo y tampoco ustedes los causantes de esta inesperada caída, fue ella, como siempre, la vida.
Y si… lo puedo afirmar, estoy lista para esquivar los disparos apuntados directamente a este blanco, pero sobre todas las cosas para valorar cada segundo en este lugar que te hace quebrar y florecer,sonreír y enloquecer.

  • DONDE SEA QUE LA VIDA LOS HAYA PLANTADO, FLOREZCAN, SONRÍAN, ENLOQUEZCAN...

sábado, 6 de julio de 2019

CONEXI-ÓN

Sentada en el mismo bar/café que me encanta, en el cual me desconecto del mundo y empiezo a escribir con los mismos auriculares que me acompañan que hasta que no fallen es un: "no se cambien" con mi música reproduciéndose en YouTube sin letra, porque voy poniendo yo las palabras en este escrito como lo hago siempre…
Lo que me impulsó escribir, fue la observación…
Desde que le hice seña a la moza que me conoce y la saludé veía a mi alrededor la dependencia total de la tecnología, sino lean, estoy del otro lado de un IPad Pro…
Al frente mío tengo una "chetta" que salió a desayunar y sacarse selfies con la colega mostrándole a Instagram que se levantó y esta divina con el uniforme del trabajo y sonríe para la foto, la sube, su colega le pone un corazón de su Smartphone y sigue hablando de todos los problemas con los que rema en la vida, ok... una vez más esa red no cura las mier... de la vida.
A mi derecha, el abogado con sus manos libres hablando sin parar y tratando de solucionar problemas a través de una llamada, se nota que quisiera estar ahí, participar, algo se lo impide, no sé qué es… Pero a través de la tecno y perdiendo el contacto físico intenta solucionar lo que puede, quizás se trata de nada más y nada menos que falta de oro en polvo, de TIEMPO.
Y aparece en la escena un niño desayunando con su mamá, quizás él tiene entre trece y dieciséis años no logro verlo bien tiene la cabeza mirando hacia abajo, está jugando con la tablet y mamá esta con su celular, quizás revisando el "Inicio de Facebook", ¿Porque es tan importante ver la vida de los otros más que el diálogo? Y de pronto se le escapa una sonrisa mirando la pantalla y si! Apretó la pantalla seguro le informó a la sociedad que "LE GUSTA , LA DIVIERTE O LE ENCANTA" algo, un delito más de la tecnología, se robó una sonrisa que quizás podía ser compartida con ése compañero de vida... No lo entiendo.
Los mozos se van y vienen, se apoyan en la barra, meten la mano en la parte delantera del delantal, y sacan su celular cada cinco minutos, listo, WhatsApp hace presente, es hora de responder algún grupo, sacar alguna foto de contrabando, recibir alguna buena o mala noticia, tal vez el amor reventando el chat, no se, nadie lo sabe... Lo que yo sí sé, es que se están robando el tiempo de observar el momento, les están pidiendo la cuenta! Y guardan el celular de contrabando y nunca van a saber que describí el momento, el momento en el cual se perdieron de disfrutar la sonrisa del cliente cuando pidió la cuenta por primera vez, que la perdió a la segunda vez, sin estar consciente de lo que hasta ahora somos inconscientes, lo real está al otro lado de la pantalla.
Estoy terminando el café, escribiendo, siempre escribiendo… Y de repente entra al bar una pareja, están enamorados se nota, están dialogando, parece que ellos son felices. Pidieron un café cada uno y él un tostado, ellos no tienen idea de lo bien que se ven desde acá, son cinco mesas las que me separan en este momento de ellos, se ven realmente felices... ella dice algo y se ríe a carcajadas, lo noté yo… lo notaron todos, algunos hasta se rieron, se tentaron, se hizo presente una risa contagiosa… 
Mierda! Todos estábamos tan "Conectrados" , tan infectados... Un hecho del presente nos sacó del momento, nos desconectó, se me fue la inspiración, partida ganada de la vida, casi pierdo un asalto de mi propia sonrisa, es hora de irse, pagar la cuenta y dejar algo claro, sólo se trata de contacto, ése en el cual haya sonrisas compartidas con las personas que nos acompañan realmente por vida, sin tanta tecnología, con la materia gris viva y el corazón como guía.

- "DESCONECTANDOME"