jueves, 7 de octubre de 2021

LEUCOFEO

 

De nuevo me saco mis pulseras para empezar a vomitar las mismas palabras que en mi mente revotan del hemisferio derecho al izquierdo sin parar…

Con un vaso de despedida lleno, un armado de marihuana otra vez más y atada al atado que toca soltar,  las mismos instrumentales que siempre me ayudan a reventar cualquier tipeada.

Usted una vez más sorprendiéndome con un gris tirando a negro y un balazo directo al blanco, el arco iris es el único que entiende de colores y también es parte de ella, el grisáceo me está dando un balazo a la hipófisis, pero siempre junto a ella usé nuestra materia gris y la solución que encontramos fué sonreír.

Lo hemos pasado, he estado arrodillada ante tus grises, en nuestra paleta de colores esta gama tiene una gran variedad, sólo que éste, es más oscuro de lo que han visto nuestros ojos hasta hoy, quizás era hora de que me sorprendas, nunca fuimos incoloras.

No puedo juzgarte sos lo mejor que me ha pasado, he aprendido a amarte de la forma que quizás muchos no podrían, he vencido tu paralelismo, en estos años me has conquistado y lograste enamorarme, convirtiendo en arte esto que me haces escribir en medio del desastre.

No había escrito nunca  sobre mí quizas… Usted lo quería así. ¿Querías que conozca la siguiente gama en tu escala de grises? Estoy positiva sin usar saliva por medio de tipeadas medias grisáceas, pero veo fantástico el principio de lo que comienza, he aprendido a amar ése color en nuestra paleta,  a pesar de que a la procesión la llevamos en nuestro interior… sin escupir emociones fuertes, caminando con la misma frialdad que me regalaste, que hasta se lleva el sueño en un departamento donde quizás a veces puede aturdirte el cerebro tanto blanco, pero siempre me vas recordando lo mismo, somos una, y me has enamorado pero es momento de caminar con cuidado, de amarte más de lo esperado, con un Castell que acompañe cada trazo de tu tono inimaginado, bendito grisáceo momentáneo, vas a ser archivado.

Entre tantos perdones debo pedirte perdón, he olvidado algo que ambas amamos, ahorcarnos con palabras o fumigar emociones con un espacio en el teclado donde la gente no nos acompaña tanto.

Y te convertís en mi arte demente usando el tono que nos acompaña hoy, un gris casi negro queriendo conquistar mi corazón y vas a lograrlo porque nunca discrimanamos ningún matiz y por más que intente nublarme la visión aunque llegara una precipitación al corazón quiero que sepas que es el único órgano agradecido hoy, por los shocks de amor logrados enlazando dos órganos, el corazón y el cerebro conectados al calor, única conexión en mí que me saca del bajo cero de nuestros hemisferios.

La frialdad nuevamente quemando dos órganos, no imaginaba que me ibas a hacer saltar así del color en que estábamos, pero no voy a negarlo, sos un regalo con diferentes tonalidades, una demente que me enamoró más de sus grises que de los colores, sos más hermosa de lo que te imaginaba antes de nacer,

 

Y como no iba a enamorarme de vos si me has convertido en un soldado, me has conquistado al punto de nublarme la visión ante nuestros grises difíciles -mi vida-, tan bonita como retorcida… tan grisácea como colorida.