Es esa bestia que nos come todos los días, sin embargo es el arma que carga y que cargo, afirmo que es por eso que nos come a las dos el mismo ser, maldita e ilegal arma animal importada directamente del polo, que jamás va ser deportada, habitando directamente en el cráneo, convirtiendo el cerebro en su terreno.
Aprendimos a vivir así con la usurpación cerebral de ésta bestia… y nada nos uniría más que un par de vasos helados con bebida blanca, igual de fríos que los sentimientos que ésta arma ha ido congelando, acompañados de ése espeso humo que te rasga los ojos de la mano de una sonrisa, pero creo que, además, nos une el lugar donde guardamos nuestras mierdas, esas que ambas las tenemos a más de cincuenta grados bajo cero pero aprendimos a convivir con esta "mal-bendita" arma salvaje aun sabiendo que corremos el riesgo de que nos devore hasta el cardio, pero a pesar de todo, el frío así como congela… quema, no confiamos más que en nosotras mismas al momento de amar, nos come el mismo animal y con el pasar de los años, los que muchos ven como como un defecto podemos afirmar que para nosotras es una virtud y el arma a tomar cada vez que nos toca amar, y de qué forma? alimentando este animal, porque además que la vida por momentos se ha encargado de alimentar a ésta bestia por sí misma con esas vivencias…
Nos ha enseñado como hacerlo y mierda ha crecido, se hizo más fuerte, nos miramos a nosotras mismas y a pesar que a veces se ponga salvaje, es ésta arma animal quien une las malditas neuronas con la aorta y es por eso, que aunque la vida lo intente jamás nos va a poner una horca directo al cuello, porque es ésa costumbre que tiene la vida, con algunas personas… con ella y conmigo de darnos la puta tarea de alimentar éste animal salvaje que es un arma cerebral para enfrentar la humanidad, tremenda bestia cuando hay que saciarle el hambre emocional, corriendo el riesgo de que el cardio salga afectado, con una mordida, que además de dejar una herida podría dejar una huella de por vida, y congelarnos privándonos de por vida, volver a sentir el calor de esos veranos en los cuales nos perdíamos entre montañas con escenarios, un vaso en la mano y armando… nuevamente armando por otro verano, por otro que merece ser recordado.
"BENDITO
EXCESO DE ESTIMACIÓN A MI ARMA ANIMAL, MI UMa, LA MAYOR, PARA MUCHOS UN FALLO
HUMANO, PARA MI UNA VIRTUD CONSTELADA… UN ARMA CARGADA, UN ARMA SANA"